23.4.10

Hoy es el Día del Libro, así que este es el post más indicado



¿Quieres participar y dejar un libro en la calle para que otro pueda leerlo? Sigue las instrucciones que encontrarás en www.yoleiestelibro-ve.blogspot.com y cuéntanos tu experiencia enviando un correo a: yoleivenezuela@gmail.com (se valen fotos)

12.4.10

Voy sembrando libros por la calle

Esta historia empieza así: Una tarde distraída empecé a jugar mi deporte favorito, saltar de blog en blog hasta encontrar uno que valga el esfuerzo. Quisieron la fortuna (e Internet, todopoderoso) que me encontrara con éste: www.yoleiestelibro.blogspot.com

Un creativo proyecto para promover la lectura originalmente pensado por unos argentinos bien simpáticos (es en serio), y es con mucho orgullo que quiero anunciar que soy la responsable de empezar esta divertida tarea desde Venezuela.

Debemos tener un hijo, sembrar un árbol y escribir un libro. Nosotros decidimos sembrar libros para matar dos pájaros de una pedrada.

Si quieres saber más visita el nuevo blog que administro:



¿Quieres participar y dejar un libro en la calle para que otro pueda leerlo? Sigue las instrucciones que encontrarás en www.yoleiestelibro-ve.blogspot.com y cuéntanos tu experiencia enviando un correo a: yoleivenezuela@gmail.com (se valen fotos)

4.4.10

El poder es afrodisíaco


Me parece increíblemente sexy la idea de afeitar la barba de un hombre.
Total imagen cliché, así, sentada sobre sus piernas usando sólo ropa interior, con el pecho desnudo, el cabello mojado y de espaldas a un gran espejo. Para que él pueda verme desde todos los ángulos mientras se entrega en ese pequeño acto de intimidad en el que me deja a cargo y con mucho poder.
Es una tontería pero se ha vuelto una fantasía recurrente, atada a mi (ya no tan) reciente fetiche con las barbas.
La única vez que pedí hacerlo no me dejaron, y lo había olvidado hasta hace unos días que tuve una conversación divertida sobre fantasías no cumplidas.
Todos los hombres de la sala saltaron de inmediato a decirme loca, y a validar los argumentos de aquel que no me dejó afeitarlo. Parece que es una especie de tabú no establecido y todos me tildaron de psicópata con instintos asesinos. Sigo creyendo que exageran.
Sus razones se van por la lógica, que si una mujer no tiene la técnica necesaria para rasurar las complicadas líneas de un rostro, que si hay que ejercer una presión específica que sólo puede sentir el dueño de la barba, y demás blablabás. Pero para las fantasías no son -necesariamente- lógicas. Sería un oximoron.
Yo sólo les voy a decir que he afeitado zonas mucho más intrincadas o extensas de mi propio cuerpo desde que tengo 14 años. Lo que de verdad tratan de ocultar es que son todos unas jevas incapaces de aceptar que sienten pánico de entregarle la yugular a una mujer decidida y con una hojilla en las manos.
Insisto en que me parece un acto demasiado sexy y visualmente excitante. Quizá es que he visto demasiadas películas. O que no me he encontrado al tipo indicado.

¿Ustedes qué dicen?
¿Le negarían a una coqueta chica en tangas algo tan sencillo y que les va a rendir tanto?

Porque imagino que tienen clarísimo todo lo que sucedería después en ese mismo baño, ¿verdad?

Atrévanse a jugar, chicos. Miren que si no siempre habrá alguien más dispuesto.
Y con mejor barba ;)